Salud & Bienestar
El uso de la quinoa en la cocina
La quinoa o quinua es una semilla de la planta del mismo nombre. No llega a ser un cereal pero se utiliza en muchas ocasiones como sustituto de otros cereales en la elaboración de pan y pastas, y tanto se está popularizando que la propia Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) designó el 2013 como el año internacional de la quinoa.
Historia de la quinoa
La quinoa es una planta con origen en América del Sur, siendo un importante cultivo en la zona de los Andes desde hace miles de años. La quinoa formaba parte de la alimentación básica de los pueblos andinos junto con otros alimentos de origen vegetal como el tomate, el maíz y las judías. Sin embargo, a su llegada a América del Sur los españoles quisieron hacer desaparecer su cultivo y ordenaron arrasar todos los campos y cortar las manos o condenar a la pena de muerte a quien lo cultivara. Como consecuencia, se paralizó el cultivo de la quinoa durante siglos.
Sin embargo, después resurgió el cultivo de la quinoa debido al interés estadounidense. Diversos estudios de científicos y biólogos de Estados Unidos comprobaron que la quinoa posee numerosas virtudes, como generar un elevado rendimiento y resistencia en condiciones climatológicas adversas. De este modo, se implantó el cultivo de la quinoa en Colorado (Estados Unidos).
Propiedades de la quinoa
La quinoa posee los ocho aminoácidos esenciales para el ser humano, lo que la convierte en un alimento muy completo y de fácil digestión.
El componente principal de los granos de quinoa son los hidratos de carbono, representados fundamentalmente por almidón. Por este motivo, la quinoa también puede ser consumida por los diabéticos ya que al ser un hidrato de carbono complejo, se asimila lentamente sin provocar picos de glucemia en la sangre.
Presenta un contenido en proteínas mayor que el de la mayoría de los cereales (incluso el doble), que además posee un valor biológico superior debido a la cantidad de lisina que presenta.
Si comparamos la quinoa con la mayor parte de los cereales, ésta contiene muchas más proteinas y grasas, aunque éstas últimas son en su mayoría insaturadas, destacándose la presencia de ácidos omega 6 y omega 3. Respecto al aporte calórico, la quinoa es semejante o levemente superior a un cereal, pues contiene menor cantidad de hidratos.
Asimismo, debemos destacar su alto aporte de fibra, ya que puede alcanzar los 15 gramos por cada 100 gramos, siendo en su mayoría, fibra de tipo insoluble como poseen característicamente las semillas.
Si nos referimos a los micronutrientes, en la quinoa destaca el contenido de potasio, magnesio, calcio, fósforo, hierro y zinc entre los minerales, mientras que también ofrece vitaminas del complejo B en cantidades apreciables y vitamina E con función antioxidante.
Uso de la quinoa en la cocina
Tradicionalmente, los granos de quinoa se tuestan y con ellos se produce harina. También pueden ser cocidos, añadidos a las sopas, en ensaladas, usados como cereales o pastas e incluso se fermentan para obtener cerveza. Incluso en postres como galletas, masas, crepes... Podemos comprarla en herborarios y tiendas especializadas de dietética.
Al poder emplearse como cereal, es especialmente beneficiosa para dietas de personas celiacas, deportistas y personas vegetarianas.
Para comenzar a emplear la quinoa es importante hacer un lavado previo de las semillas, frotando las mismas suavemente con las manos, bajo el agua. Posteriormente hervimos como si fuera arroz, por espacio de 15 a 20 minutos o hasta que se abra la semilla. Colamos y listo para usar.
En cuanto a su consevación, como otros otros cereales, debe darse en lugares oscuros, frescos y secos. Y una vez abierto el envase debería ser guardado en un recipiente hermético que puede permanecer en óptimas condiciones varios meses.
Por todo ello la quinoa resulta un alimento muy beneficioso que poco a poco deberíamos empezar a introducir en nuestra dieta.