Cooking

Legumbres en ensaladas

Desde que cambié de vida de manera radical y me convertí en una agricultora ecológica -  además de food blogger y algunas otras cosas ;) – han sido muchos los hábitos alimenticios que he cambiado.

El primero y fundamental es que me adapto a lo que el huerto me va dando. Eso de comer cultivos de temporada no es un eslogan. Entre la gente que vivimos y/o trabajamos el campo, es un hábito. Nunca pensé que fuera a comer tanta legumbre, y lo mejor, que las fuera a disfrutar tanto.

Ni se sabe desde cuando comemos legumbres, parece que desde que en el Neolítico las tierras comenzaron a ser cultivadas. Ya desde entonces las distintas culturas fueron incorporándolas a su alimentación. ¡Y no es para menos!  Las legumbres, unas más y otras menos, suponen una fuente maravillosa de aporte de proteínas vegetales, entre otras muchísimas cualidades nutricionales. Poseen un alto contenido en fibra, hidratos, vitaminas y minerales.

Lo maravillosos de las legumbres, es que no sólo son buenas para los seres humanos. La tierra agradece su cultivo. Son muy beneficiosas porque consiguen fijar el nitrógeno a la tierra y eso hace que los siguientes cultivos puedan desarrollarse con mayor facilidad.

En definitiva, una joyita que debemos explotar. En el Huerto lo hacemos. Durante el invierno sembramos habas, guisantes y tirabeques. Con estas legumbres nos garantizamos una buena ración de proteína vegetal encasa. Conseguimos gracias a ella todo tipo de aportes beneficiosos y por eso las comemos hasta con sus vainas.

Una de las formas en que más me gustan las verduras, es cocinadas al vapor o hervidas y luego aliñadas. ¿Veis? Con algo tan sencillo conseguimos una completísima ensalada.

Ya he compartido algunas recetas en nuestro blog y en Love My Salad. Recuerdo esta exquisitez de Ensalada de habitas con rúcula y mozzarella, este delicioso potaje Chicharos con alcauciles.

Pero hoy quiero mostraros esta ensalada que tomé en casa de una buena amiga francesa, que me enseñó que además de todas las legumbres que tomaba, la ensalada de guisantes en su tierra la tomaban con sus vainas.

Y es cierto que desde entonces, las legumbres y los guisantes, cuando todavía están tiernecitos los tomamos de esta forma, con algún aliño sencillo, en nuestras ensaladas.

Espero que hayáis disfrutado de esta inspiración francesa y que aprovechéis los que podáis, porque seguimos en la temporada delas legumbres y no debemos dejar pasarla.