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¡Hora de conservar! Disfruta de tomates con sabor todo el año

Llega el otoño y es tiempo de cosechar los últimos cultivos de verano y toca conservar.
Que soy una loca del tomate no es un ninguna novedad, pero no se trata solo de mi, sin duda es el rey de la huerta de verano y a todos nos da pena despedir su temporada.
Lo bueno del tomate es que es muy fácil de conservar. Son muchas las formas en que se pueden disfrutar del sabor del tomate de temporada y hoy  quiero recordaros algunas de las que suelo elaborar.

Pasatta:
La pasatta es una receta típica de Italia. Se trata de puré de tomate concentrado. La receta original  es algo  más trabajosa, pero los daré una  versión exprés tremendamente fácil de preparar.

Elaboración: Triturar con alguna procesadora los tomates, poner en una olla a fuego medio con una pizca de sal. Deberéis remover de cuando en cuando, y la pasatta estará lista cuando se haya evaporado toda el agua y  adquiera una consistencia de puré espeso.

Tomate frito:
Creo que es la elaboración para conservar más habitual. Esta receta debe ser internacional porque no creo que no haya un hogar en el mundo donde no se utilice alguna vez tomate frito para elaborar platos deliciosos. Pastas, pizzas o como base de cualquier guiso tradicional. 

Elaboración: La elaboración es muy similar a la pasatta, pero con una base de sofrito de cebolla, ajo y pimiento. Esta vez los tomates en lugar de triturarlos, se pueden trocear y añadir al sofrito cuando la cebolla y el pimiento comiencen a dorarse. Una vez haya reducido lo suficiente, se tritura y listo para embotar. 

Tomate embotado:
Es sin duda la más tradicional. La forma perfecta de guardar tomates para utilizar en las recetas invernales. Serán la base de infinitas elaboraciones que tendrán todo el sabor del tomate de temporada.

Elaboración: Pelar los tomates maduros  y exprimir su jugo en botes previamente esterilizados. Los rellenaremos  con su propio jugo y los cerraremos  herméticamente. Habrá que hacer el vacío hirviendo los botes sumergidos en agua durante el tiempo suficiente

En las tres elaboraciones los procesos de esterilización y conserva al vacío son fundamentales si queremos garantizar  que los tomates estén en perfecto estado.

Tomate congelado ( en crudo, asado o ligeramente salteado)
Si, la respuesta a vuestras dudas es que el tomate como tantas otras frutas se puede congelar.

Congelados: Hay veces que cuando se trata de tomates hermosos y macizos, tan solo los pelo, los corto en gajos y ya está. Procuro meterlos en un recipiente de cristal , a la hora de descongelarlos  solo habrán perdido la textura, pero el sabor lo tendrán igual . En otras ocasiones, congelo los cherries sin proceso previo ninguno. Cogidos de la huerta, bien limpitos y listos para congelar.

Asados o salteados: Es una estupenda forma de potenciar su sabor. Los tomates, como otras verduras, cuando se asan pierden agua y duplican su sabor. Por eso asarlos en el horno pelados con unos ajos y/o hierbas aromáticas te aseguran un base fantástica para tus guisos o cremas de invierno. Conseguimos reducir volumen y conservar esencia y sabor.

Tomates deshidratados:
Es una técnica muy utilizada y  que se comercializa en todos los mercados. Y es muy fácil si disponéis de una deshidratadora. Es cierto que se puede hacer de modo artesanal, pero en un sitio tan húmedo como en el que vivo es casi imposible de finalizar el proceso con éxito. Por eso, os animo a que tengáis una deshidratadora en casa para ocasiones como estas.

Elaboración: Cortar los tomates en rodajas y si son cherrys a la mitad. Poner bastante sal gorda encima y programarlo unas 12 horas hasta que veáis que alcanza el punto de deshidratación que buscáis. Una vez hecho, lo conserváis en botes herméticos y ¡listos para disfrutar!