Si os gustan los pancakes creo que os vais a enamorar de esta versión que he preparado con brócoli. Los más pequeños de la casa ni lo notarán y os aseguro que a todos os van a encantar.
Soy más de salado que de dulce y en esta ocasión los acompañé de queso crema y un chutney picante de cebolla roja y guindillas. La combinación de sabores es espectacular.
Preparación
- La es elaboración es tan sencilla es tan sencilla como mezclar todo con una batidora hasta que consigamos una mezcla homogénea.
- En casa tenemos una satén especial para tortitas, creps y pancakes , pero si no tenéis, deberéis usar la más nuevecita que tengáis y que sea anti-adherente. De esta forma no se nos pegarán.
- Ahora que ya tenéis estos truquillos , sólo debemos poner a calentar la sartén con una gota de aceite de oliva virgen extra. Cuando esté bien caliente, verteremos la masa y la dejamos a fuego medio hasta que veamos que comienzan a formarse unas pompitas en su interior. En ese momento le damos la vuelta y dejamos que se termine de hacer bien por la otra cara.
- Deben tener el tonito dorado que veis en la foto, y lo único de debéis tener en cuenta es que la masa se haga bien.
Recomendaciones del autor
Lo ideal es hacerlo la noche anterior y dejarlo bien tapado con un film. Su reposo en la nevera le da más cuerpo y los matices de los sabores se aprecian mejor. Además de esta forma nos resultará más sencillo y rápido. Sólo la deberemos mezclar bien con una cuchara y listo.
En casa no somos muy de medir las cosas, pero en este caso, para que los pancakes nos queden más iguales, solemos tomar como medida una cuchara sopera grandota y usarlo como referencia