Mi querida amiga Ana organizó una excursión al campo para recolectar hierbas silvestres comestibles. Lo que llaman algunos "malas hierbas" son "buenas hierbas" para otros. Al término de la excursión elaboramos esta maravillosa ensalada con las deliciosas y aromáticas hierbas que cogimos en el campo y, por supuesto, ¡nos la comimos!
¡Mucha gracias Ana por ensañarnos tanto!
Preparación
Simplemente hay que lavar las hierbas y las flotes y poner todas juntas en una ensaladera.
También le añadimos en esta ocasión un colinabo. Lo pelamos, lo cortamos en rodajas y lo echamos a la ensalada.
Aunque esta mezcla maravillosa de sabores silvestres casi no necesita aliño, pues sabe a gloria, le echamos un pelín de aceite, sal y pimienta, para no perder la costumbre de aliñar, jajajaja.
¡Cómo la disfrutamos!
Recomendaciones del autor
¡Qué felicidad da comer cosas tan ricas y llenas de vida como esta ensalada, junto con buenos amigos sentados al aire libre bajo la sombra un maravilloso arbol!