Cultivos de lujo
El lujo de cultivar lo que comemos.
Si hay algo en este mundo que me parece un auténtico privilegio, es poder cultivar tus propios alimentos. Eso para mí son las verdaderas verduras de lujo.
Cultivando mis alimentos
Cuando ya hace una década tuve la oportunidad de cultivar mis propios alimentos, no podía imaginar lo que me esperaba. El maravilloso ciclo de la vida que se desarrolla despacio, con muchas amenazas de animales o plagas que debemos ir esquivando, para finalmente vencerlas ( si hay suerte) y terminar alimentándonos. Sembrar una semilla, ver cómo germina, cultivarla con cariño hasta que está madura es el mayor de los lujos. Al menos para mí y creo que para cualquiera que haya cultivado algo. Luego además podemos “jugar” con ellos en la cocina e ir colerando tus platos. No se si sólo me pasa a mi no lo creo, pero gozo sólo con mirarlos.
Se que muchos me diréis que no tenéis huerto, pero yo no me canso de decir que quién tiene una ventana puede tener su pequeño macetohuerto. No hay espacio que sea pequeño para sembrar alguna planta. Ahora por ejemplo tengo un macetón de fresas en mi ventana. Y ni os podéis imaginar lo feliz que me hace sólo observarlas. Además afortunadamente hay muchas nuevas fórmulas en la ciudad como los huertos compartidos o incluso azoteas donde se planta.
No se tata tanto de la cantidad, se trata de saber apreciar lo que implica su crecimiento.
Caprichos de huerto
Si bien es cierto que me soy defensora de las variedades autóctonas, no me resisto a pequeños caprichos en el huerto. Y es otra de las ventajas de poder cultivar tus alimentos, puedes conseguir semillas de otros países y sembrar un pequeño ”mapamundi” en tu huerto.
Útilmente no puedo viajar demasiado, pero gracias a algunos cultivos especiales viajo a través de la gastronomía. De esta manera conozco y entiendo mucho más algunas costumbres de países lejanos y sus culturas. Conocer su forma de cultivar o sus variedades y por supuesto su cocinado.
Es cierto que cada vez vemos más variedades de cultivos en los mercados, pero como soy caprichosa y una enamorada de los cultivos “raros” me gusta sembrar algunos cultivos especialmente de América del Sur o de los países asiáticos.
Los tomates ya sabéis que son los niños mimados El huerto de Tía Lou, pero los pimientos picantes no se quedan atrás. Quizás por ser menos conocidos los cultivos asiáticos me tienen enamorada. Por su sabor, sus formas originales y sus sabores al cocinarlos. Eso si es un lujo asiático ;)