Uno de mis restaurantes favoritos en mi ciudad natal Middelburg (en Los Países Bajos) ha sido un restaurante dedicado a la fermentación durante años. Casi todos los platos del menú ofrecen algo fresco que ha sido fermentado. Encuentro esto increíblemente sabroso. Y lleva un toque de emoción a tu comida.
La fermentación siempre sonó complicada a mis oídos. Hasta que le pregunté al chef si me podía enseñar. Y así fue, una mañana permanecí en pie allí en la cocina con un arsenal de tarros y verduras en conserva. Empecé con estas zanahorias fermentadas, entre otras cosas. A fecha de hoy, aún tengo un tarro de conservas en mi cocina.
Ahora podrías preguntarte lo que hacer con estas zanahorias. Son una estupenda incorporación a una tabla de quesos y tienen un sabor delicioso con fondue de queso. O añádelas a un entrante con distintos tipos de charcutería. Hoy comparto una versión con eneldo y semillas de mostaza, pero también hago estas zanahorias con ajo, jengibre, y guindilla.
No es difícil, pero asegúrate que trabajas con las manos y las herramientas limpias y desinfecta correctamente tu tarro de conserva. Mira los consejos en la parte inferior.
Preparación
- Haz primero el escabeche. Mezcla la sal y el agua hasta que la sal se haya disuelto por completo.
- Coloca las zanahorias, el eneldo, y las semillas de mostaza en un tarro de conserva.
- Vierte el escabeche hasta que las zanahorias estén cubiertas.
- Deja fermentar durante un mes en un lugar alejado de la luz solar directa donde la temperatura sea constante.
Recomendaciones del autor
Consejo: Abre los tarros de conserva de vez en cuando para comprobar cómo va el proceso de fermentación. Cuando los abras, el aire se escapará y las burbujas subirán a la parte de arriba. Esto es bueno. Tú también conseguirás flotar del delicioso olor que emanan. Después de aproximadamente tres meses, las zanahorias estarán en su mejor momento y conforme pase el tiempo estarán cada vez más ácidas.
Cuando inicies la fermentación de las verduras, es muy importante limpiar y desinfectar los tarros de conserva que utilices.
¿Cómo haces eso? Aquí está cómo hacerlo:
- Asegúrate que los tarros de conserva están limpios. Lávalos en el lavavajillas o a mano.
- Llena una cacerola grande con agua y sumerge los tarros de modo que estén completamente cubiertos.
- Pon el agua a hervir y deja que hiervan a fuego lento durante 15 minutos.
- Con cuidado saca los tarros de la cacerola utilizando, por ejemplo, un par de pinzas de cocina. Déjalos boca abajo en un paño de cocina limpio para que se sequen.
- Puedes también desinfectar las tapaderas y anillas de los tarros de conserva sumergiéndolas por poco tiempo en el agua hirviendo.