Hasta que no empecé a viajar, no fui consciente de que los desayunos no solo eran un café y una tostada. Fue todo un descubrimiento, hace ya muchos años, la variedad de frutas locales y de temporada que nos servían en los bufetes de los hoteles. Eso me ayudó a experimentar con los desayunos, especialmente los fines de semana. Donde dedicamos una buena parte de la mañana a desayunar despacito y con mucha calma.
Hoy quiero compartir con vosotros este desayuno viajero como lo conocemos en casa. Fue en un hotel de Inglaterra cuando probé por primera vez setas para desayunar. Poco a poco fui adaptando ese plato con huevos revueltos a mi gusto y esta receta que os traigo hoy es el resultado que preparo cada vez que puedo. Portobello con espinacas y huevo.
En esta ocasión cocido, pero a veces lo hacemos a la plancha. Otras rehogamos las espinacas un poco al hacer las setas. Pero de todas las maneras, este es mi trio ganador para un desayuno campeón. Os dejo la receta tal y como los preparé hoy.
Preparación
- Ponemos los huevos a cocer en agua. Desde que rompa a hervir lo dejamos unos 5 minutos aproximadamente.
- Mientras vamos laminando los portobellos y los doramos con aceite sal y pimienta en una sartén. Debe estar a fuego fuerte para que se doren bien.
- Vamos poniendo en el plato las espinacas frescas, y pelando el huevo. Lo cortaremos por la mitad y completaremos la presentación con los portobellos doraditos. Ya veréis qué rica está esta combinación.
- Podéis añadir unas gotas de AOVE y algo más de pimienta negra si os gusta tanto como a mí.