Esta ensalada de manzana y zanahoria, puede considerarse una ensalada depurativa y es ideal para quitarse la acumulación de grasas que hemos ido adquiriendo durante el invierno. Además, es muy indicada para deportistas. De hecho, la receta me la ha dado mi marido, que de joven (bueno, de más joven..jaja) participaba en todas las maratones que se le ponían por delante, asi que tenía que entrenar más que Rocky Balboa. De hecho, si analizamos su ingredientes vemos que, la manzana y la zanahoria crudas son claves para hacer un plato saciante y remineralizante, muy rico en fibra y vitaminas A y C. Y, la energía que necesitas para entrenar más tiempo y más intensamente y "quemar las grasas", la ponen las pasas y las nueces. El queso fresco aporta las proteínas y el calcio que necesitas para tonificar los músculos. En definitiva, tenemos delante una ensalada con hidratos de carbono, fibra, proteínas, vitaminas y minerales. ¿Se puede pedir más?
Preparación
- Lava, quita el corazón y corta en gajos la manzana. Echa unas gotas de limón para que no se ennegrezca.
- Lava y corta a tiras la zanahoria (con la ayuda de un pelador).
- Escurre bien (seca incluso con papel absorbente) el queso y córtalo en trozos.
- Trocea, lava y escurre la lechuga y las hojas de apio.
- Coloca todos los ingredientes en una ensaladera y distribuye armonisamente la manzana, la zanahoria, las pasas, las nueces y el queso.
- Haz el aliño, mezclando en un bol los ingredientes. Emulsiona, rocía por encima de la ensalada y sirve.
Recomendaciones del autor
- La cantidad de queso fresco es opcional. Yo he puesto unos 150g.
- Es conveniente escurrirlo bien para que no "agüe" la ensalada.
- Asi mismo, es aconsejable utilizar una centrifugadora de ensaladas para que no nos quede aguada.
- Si lo prefieres, puedes ponder piñones en lugar de nueces.