El guacamole me vuelve loco, sobretodo ahora en veranito, cuando hacemos cenitas y comidas en la terraza con amigos o con familiares. Es un aperitivo perfecto, sanísimo y delicioso. Esta crema de origen mexicano se hace a base de aguacates maduros, cebolleta, tomate cortado en cubitos y zumo de limón - o lima. Pero yo le voy a dar un puntito especial, y es que me encanta el picante. Tan sólo tenemos que añadirle unas cuantas rodajitas de jalapeño y unas gotas de salsa tabasco - sin pasarnos, que no a todo el mundo le gusta el picante. Y por último, también picamos bien cilantro fresco o perejil.
El guacamole no hay que triturarlo demasiado, porque no queremos hacer un puré. Es mucho mejor chafarlo todo con el tenedor, para encontrarnos los trocitos y que le de textura a nuestro plato. Y no os olvidéis de impregnar bien de zumo de limón los aguacates una vez cortados para que no se oxiden.
Esta receta de guacamole casero siempre triunfa, os va a encantar, os lo aseguro. ¡Ya me contaréis! :)
Preparación
- 1. Picamos la cebolleta y el tomate en cubitos. Reservamos una parte del tomate para incorporársela al final.
- 2. Extraemos la pulpa de los aguacates y los cortamos en trocitos pequeños. Les añadimos zumo de limón para que no se oxiden.
- 3. Añadimos un poco de sal y jalapeños frescos al gusto (según lo picante que lo queráis)
- 4. Con un tenedor chafamos todo mezclándolo bien. Opcionalmente podemos agregar un poquito de aceite de oliva virgen extra.
- 5. Por último le añadimos el tomate que teníamos reservado y el cilantro fresco picado
Recomendaciones del autor
Podemos servir el guacamole con unos nachos, tortillas de trigo tostadas o bien con crudités de verduras para ir mojando como si fueran palitos (zanahorias, pepino, etc.)
Si lo queremos aún más picante podemos agregar salsa tabasco.