Os voy a enseñar cómo ahorrar unos céntimos (a veces mucho más), con unos sencillos trucos aplicados a esta ensalada, simple, económica, pero sorprendente. Se trata de una ensalada de lechuga iceberg, calabacín, zanahoria, champiñones y nueces.
Para empezar, nos puede sonar extraño añadir calabacín y champiñones crudos a la ensalada, pero os aseguro que cuando los probéis os va a sorprender. El calabacín es un vegetal bastante económico, que podemos aprovechar no sólo para hacerlo a la plancha, o relleno, si no en crudo en nuestras ensaladas, manteniendo así todas sus propiedades, al igual que el champiñón. Un consejo para ahorrarnos un dinerillo es comprar los champiñones enteros y las piezas que necesitemos, que salen más baratos que comprarlos laminados y en bandejas.
Al igual pasa con las nueces y con la zanahoria. Los frutos secos pelados y enbolsados salen más caros que si los compramos a granel y con su cáscara (aunque tardemos un ratito más en abrir las nueces y en rallar la zanahoria).
Por último, vamos a usar una lechuga iceberg, que no llega a dos euros el kilo, cuando una bolsa de brotes tiernos o de otras hojas de ensalada lavadas y cortadas nos pueden salir a 6t€ o hasta 12€ el kilo. Es por eso que para ahorrar, mejor comprar la lechuga, ya sea iceberg o romana, en piezas e ir cortándola conforme la vayamos necesitando.
¡Espero que disfrutéis de esta original ensalada en crudo!
Preparación
1. Lavamos bien toda la verdura y pelamos las nueces.
2. Secamos con papel absorbente la lechuga iceberg y la cortamos en juliana.
3. Cortamos el calabacín y la zanahoria pelados (o no) con un rallador spirelli.
4. Laminamos los champiñones finamente.
5. Mezclamos todo en un bol o plato y añadimos el aceite y la sal.