Cultivar en otoño, cosa de niños
Dicen que el verano se acaba, aunque los que vivimos por el sur seguro que lo estiraremos un poco más. Pero es cierto que debemos volver a nuestras rutinas cotidianas. A los más pequeños les cuesta un poco más. Tras varias semanas de diversión con familia y amigos en la playa, la piscina o en el campo, los más pequeñajos deben encontrar nuevos hobbies con los que entretenerse. Y para eso hoy os propongo un plan.
Vamos a poner un huerto en casa, ¿os apetece?
Lo ideal es que se haga en espacios abiertos al aire libre. En vuestro jardín si tenéis o en el de la comunidad. Incluso en casa de algún amigo. Con un pequeñísimo terreno o un par de macetones para poner algunas plantas, podemos empezar. Si, si, no me valen excusas. Si no hay jardincito, seguro que en casa tenéis alguna ventana soleada. Si es así, podéis poner un pequeño macetohuerto y os garantizo que es algo que os enganchará.
El macetoplantón de mis sobrinos:
Este verano, ayudé a mis sobrinos más pequeños (10, 8 y 6 añitos nada más) a colocar un macetohuerto en su casa. Aunque ellos decidieron bautizarlo como el macetoplantón porque ese nombre les divertía más, cosas de la edad…. En la foto podéis ver lo pequeñito que es y aun así tenía bastante capacidad. Plantamos tomates ¡cómo no! , berenjenas y pimientos. Establecieron turnos para cuidarlo. Cada día regaba uno, con la supervisión de los demás. Aprendieron juntos a observar las hojas, a ver si había algún insecto maligno que se pudiera comer sus cultivos, caracoles por aquí, escarabajitos por allá. Los quitaban con sus propias manos para que no arrasaran su “futura cosecha”. De cuando en cuando me llamaban y me contaban emocionados “Tía Lou ¡¡Ya tenemos un tomate!! , el pimiento se ha puesto rojo y a la berenjena le salió una flor. “
Ni os imagináis la alegría que me daba ver cómo se implicaban en su queridísimo súper “macetoplantón.” Al recoger su cosecha con toda la ilusión del mundo, 3 tomatitos, un pimiento y poco más, se prepararon la mejor ensalada de sus vidas. Eso es seguro. Me invitaron a comer para compartirlo conmigo. “Tía Lou, estos tomates son los mejores del mundo, ¡Están deliciosos!”, decían. Y es que no hay mejor alimento que el que uno cultiva.
La enseñanza:
Cultivar tus alimentos, aunque sea de forma anecdótica como sucede con un pequeño macetohuerto, nos enseña mucho de esta vida. Nos calma ante la inmediatez de nuestro día a día. Hay que saber esperar, observar, desear hasta que llega el momento de cosechar.
El macetoplantón de mis sobrinos es una mera anécdota, pero si pone de manifiesto lo importante que es aprender a cultivar. Y no sólo para entretener, todavía me dan las gracias sus padres por lo entretenidos que los tenía. Pero lo más importante es que aprendieron a ser responsables, a saber que no todo sale del súper y que si te esfuerzas, puedes conseguir tus propios frutos sembrando una simple semilla.
¿Os he convencido? ¡Pues vamos a sembrar!
La pregunta que me hace todo el mundo cuando les animo a hacerlo, es ¿ Y qué siembro? Así que aquí os dejo algunas pautas que os pueden ayudar para este otoño.
8 tips para tus cultivos de otoño:
1. Aprovecha el calor. Comenzar cuanto antes, las últimas semanas de calor nos ayudarán a que los cultivos peguen un buen estirón.
2. Busca cultivos rápidos. Hay cultivos que son muy rápidos y esos son los que debemos buscar para los más impacientes. Los rabinitos por ejemplo son geniales. Son rápidos en crecimiento y muy llamativos por su aspecto y color. ¡Se enamoraran seguro!. Además de ser perfectos para las ensaladas. (En este link podéis ver cómo los preparamos en casa. )
3. Semillas fáciles de germinar y que no den mucho trabajo. Los guisantes, las habas e incluso los tirabeques son leguminosas que se dan genial si las siembras en esta época. Crecen con facilidad, y aunque son cultivos algo más lentos, son plantas hermosas y facilísimas de cuidar.
4. Cultiva plantas que no haya que arrancar. Hay muchas plantas, como las acelgas, el apio e incluso alguna variedad de lechuga, que puedes ir arrancando las hojas de forma que la planta sigue viva y produciendo durante toda la temporada. Esas me gustan mucho ya que tiene una vida más larga.
5. Come lechugas baby. Los brotes tiernos son más rápidos y llamativos que las lechugas ya maduradas. De forma que aunque sea de forma puntual, podéis sembrar lechugas, canónigos o espinacas para disfrutar de sus brotes jóvenes y así no tendréis que esperar tanto.
6. Plantones de invernaderos. Aunque a mí me gusta sembrar mis propias semillas, los semilleros o invernaderos son los mejores aliados cuando empezáis a sembrar. Ellos ya venden los plantones creciditos y os ahorráis unas semanas. Para comenzar están bien, pero en cuanto cojáis el truquillo lo ideales sembrar desde la semilla y así podréis elegir más variedades a vuestro gusto.
7. Las aromáticas no fallan (casi nunca). Si no disponéis de mucho espacio y os gusta la cocina, las aromáticas son la mejor solución. Os acompañarán y darán un punto de frescor a vuestros platos que os va a encantar.
8. Cariño y paciencia. Como decía mi abuela con la cocina. No desesperéis. Algunas plantas morirán, pero no desistir porque os garantizo que quien siembra recoge, y eso os dará muchísima felicidad.