Estoy segura de que muchos coincidiréis conmigo en que el verano nos ofrece la oportunidad de disfrutar más de cada pequeño detalle. Preparamos las comidas y ponemos la mesa con más mimo que durante el resto del año. Salimos al jardín, cogemos una flor y siempre que haga bien tiempo lo hacemos en la terraza o en el exterior. Es cuando más tiempo tenemos y por eso nos esmeramos más. Pero nbo hay que dejar esos buenos hábitos del periodo vacacional. Tomarnos el tiempo necesario para emplatar un bonito desayuno, comida o una simple ensalada es muy recomendable. No tengo datos científicos que pero estoy segura de que “comer bonito” además de saludable, es una garantía de felicidad.
Hoy os traigo un plato de lo más sencillo y sin embargo me parece una deliciosa forma de comenzar una mañana. Sí, es algo que suelo desayunar en estos días en los que los higos siguen de temporada. Una mezcla de sabores que me encanta. Podéis ponerle miel, pero a mí me gusta acompañarlo de unas pasas y unas gotas de un buen aceite de oliva virgen para darle más alegría a las hojas de albahaca que lo acompañan. Probadlo, de veras, os va a encantar.
A veces lo ponemos como ensalada a la hora de comer y como cena es perfecto también. Y es que cuando las cosas están ricas, no hay hora del día mala para comerlas ;)
Espero que os guste y si es así, que me lo contéis.
Preparación
- En primer lugar debemos lavar bien los higos y las hojas de albahaca. Los secamos bien.
- Cortamos los higos en cuatro trozos y los colocamos en el plato intentado dar algo de volumen como veis en la foto.
- Ahora el queso de forma equilibrada en el plato.
- Unas cuantas pasas y las hojitas de albahaca.
- Rociamos con unas gotas de Aceite de oliva virgen extra y listos para disfrutar.
Recomendaciones del autor
Si sois más dulzones podéis sustituir el aceite por miel, pero probadlo primero porque seguro que os va a gustar.