Dar un giro a tus brócolis hace que cambie por completo el plato. Por eso de cuando en cuando me gusta cocinarlos de alguna forma más original, especialmente cuando la cosecha es generosa y hay brócoli durante un par de semanas seguidas. Esta receta de hoy es muy sorprendente. Cómo con una ajada, un poco de guanchale y unos piñones cambia por completo el sabor del brócoli y lo llena de texturas y contrastes. Deberías probarla.
Preparación
- En una sartén , tostamos los piñones . Reservamos.
- Laminamos los ajos, picamos el chile y cortamos en tititas finas el guanchale.
- Los ponemos todo a fuego medio-bajo con una pizca de aceite de oliva virgen extra y los vamos haciendo poco a poco.
- Mientras, ponemos agua a calentar mientras lavamos y troceamos el brócoli a nuestro gusto.
- Una vez comience a hervir, escaldamos los brócolis durante 1-2 minutos. Los introducimos en agua con hielo para parar la cocción y conseguir este color tan bonito e intenso además de un extra crujiente. Este paso podemos hacerlo previamente.
- En el momento que los ajos estén comenzando a dorarse y el guanchale tenga un toque crujiente, lo retiramos del fuego. Colamos para quitar el exceso de aceite.
- Ahora si, añadimos el brócoli, los piñones y los ajos con el guanchale y salteamos todo junto durante un par de minutos.