Nunca me había terminado de convencer la crema de brócoli y ya sabéis que soy muy de cremas. Pero me parecía muy flojita de sabor. Así que como os comentaba en mi artículo de este mes, me puse a darle vueltas a la cabeza y he conseguido un sabor de impresión.
El truco es tan sencillo como añadir un poco de apio al sofrifo de puerro y usar el caldo de cocer los garbanzos en lugar de agua. Lo rematamos con una mezcla de puerro crujiente y cuscús de brócoli en crudo para darle textura y et voilá!
Pruébala y ya verás cómo se convierte en una receta imprescindible en casa.
Preparación
- Hacemos un sofrito con el puerro y el apio bien lavados y cortados a trozos grandes.
- Dejamos que se poche bien a fuego medio moviendo de vez en cuando.
- Mientras tanto preparamos los tallos del brócoli dejándolo bien limpitos. No os preocupéis si están muy leñosos, luego lo batiremos y estará con más cuerpo y delicioso.
- Una vez que el sofrito empieza levemente a tomar color, añadimos el brócoli y el aquafaba. No debe llegar a cubrirlo del todo, para que os quede espesita la crema.
- Dejamos que hierva unos 10-15 minutos a fuego medio o hasta que veáis que está hecho.
- Rectificamos de sal y le ponemos un poco de pimienta.
- Lo batimos bien y tenemos lista la supercrema.
Recomendaciones del autor
( *) Cuando compro un brócoli, suelo hacer los arbolitos al vapor y reservo los tallos más leñosos para las cremas. Pero si queréis podéis usar un brócoli entero.