Cuando preparamos ensalada en casa somos habitualmente generosos con las cantidades. Nos apasiona mezclar las verduras que cultivamos en nuestro pequeño huerto, con distintos elementos que encontramos en la cocina y especialmente en nuestro frutero; algo de buen aliño y por algún tipo de magia, el resultado es siempre una auténtica delicia.
Hoy sin embargo, he optado por preparar una ensalada más pequeñita, pero más coqueta y bien colocada. Como ya casi huele a Navidad, nos puede servir de idea como entrante en cualquier mesa, para empezar con algo refrescante que seguro sorprenderá.
Es como pintar un cuadro, los ingredientes, como los colores, van encajando y completando el lienzo que rebosa olor a campo, salud, belleza y bienestar.
Preparación
- En primer lugar prepararemos el aliño para que se quede macerando un rato, mezclando todos los ingredientes bien y reservando.
- Lavar muy bien todas las verduras.
- Con un pelador de patatas, cortar láminas de mango y de calabacín, éste último sin pelar.
- Cortamos la cebolla a rodajas muy finas y desgranamos la granada.
- Hacemos los langostinos pelados a la plancha con una gota de aceite y un poco de sal. En uno o dos minutos, estarán listos, pero dependerá del tamaño y siempre con cuidado de que no se sequen.
- Emplatamos la ensalada. Primero las tiras de calabacín y mango entrelazadas, las hojitas de rúcula, la granada y los langostinos. Vais pintando el cuadro como más os guste.
Recomendaciones del autor
Podéis tener todo preparado y de ésta forma solo necesitaréis unos minutos antes de servir para hacer los langostinos y colocar la ensalada.
El aliño es mejor que se ponga aparte para que cada uno lo a a su gusto.