Esta ensalada depurativa de invierno es una de mis preferidas en esta época del año. Es muy muy sencilla y se puede preparar con antelación y macerar durante un par de días si lo cierras bien en un recipiente hermético como este precioso tarro.
Tan sencillo como cortarlo todo en juliana y aliñar al gusto. En mi caso lo aliñaré con ese toque sureño del que ya os he hablado alguna vez y que está de lujo. Una mezcla de ajo y comino que me rechifla. ¿Os pasa lo mismo?
Habitualmente lo tengo todo cortado en juliana en un tuper y voy preparando pequeñas ensaladas que vayan macerando en la nevera y siempre complementa nuestras comidas. Además es fantástico para sacarla a pasear y disfrutar de ella al aire libre. Comer una ensalada en el parque mientras espiramos aire puro, no es solo cosa del verano. Bien abrigados es de lo más recomendable, y así de paso nos soleamos.
Preparación
- Quitamos las hojas más leñosas de la col . En mi caso las reservo para los caldos. Lavamos y reservamos.
- Pelamos las zanahorias, limpiamos los puerros quedándonos sólo con la parte menos verde. El resto también lo podéis usar para los caldos.
- Y por último lavamos el apio y comenzamos a cortarla en juliana. Lo más finito que podáis para que macere más rápido cuando la aliñéis.
- Para el aliño vamos poner en un portero el ajo, comino al gusto y el aceite de oliva con un poco de sal. Machacaremos bien todo y ser lo añadiremos a la ensalada.
Recomendaciones del autor
- Si queréis podéis estrujarla un poco con las manos (bien limpias eso sí) para ayudar a la mezcla a macerar más rápido. Veréis que la cantidad se reduce bastante.
- Es deliciosa. Y recordad que podéis ir variando el aliño a vuestro gusto.