Si estás buscando ensaladas proteicas o simplemente una buena solución para comer fácil y rápido, esta receta te interesa. La quínoa es alta en proteína y el edamame es una maravillosa proteína vegetal.
Esta ensalada se prepara casi sola y combina sabores que no son tan habituales. Te sorprenderá la mezcla de texturas y lo riquísima que está.
Preparación
- Dejamos la quínoa en remojo unas 6 horas. Lavamos y escurrimos.
- La cubrimos de agua fría con sal y la llevamos a ebullición. Dejamos que se haga unos 18’ Si tienes dudas de si está lista , prueba un poco para acertar con tu punto de cocción. Escurre y reserva.
- Mientras se cocina la quínoa, en otra olla ponemos agua a calentar con sal y cuando rompa a hervir, añadimos los edamame. En mi caso eran congelados. Una vez que vuelve a hervir, lo dejamos a fuego fuerte unos 4-5 minutos. Escurrimos y reservamos.
- Cortamos en juliana la cebolla
- Troceaos finamente el salmón. Esta vez lo mariné con polvo de remolacha, por eso tiene ese color.
- Teniendo todo listo, el emplatado es súper sencillo. En primer lugar, mezclamos bien la quínoa con la mayonesa.
- En una fuente donde vayamos a servir, podemos en la base los brotes verdes, a continuación la quínoa, luego los edamame ya pelados y la juliana de cebolla.
- Coronamos con las lonchitas de salmón y espolvoreamos con lino dorado molido.