En estos días en que no termina de irse el verano - al menos en el sur - pero el otoño no quiere entrar para quedarse, muchas veces no se sabe qué comer. Demasiado calor para sopas y potajes pero tu cuerpo te pide garbanzos sin parar. Esta opción de ensalada tibia es maravillosa para esta época. Una mezcla de dulce, salado y toques especiados que sin duda vais a disfrutar.
Preparación
- Pelamos la cebolla, la picamos lo más pequeñita que podamos. En estos casos, yo suelo utilizar un picador porque es mucho más rápido.
- Ponemos a pochar la cebolla con una pizca de sal y pimienta. Dejamos que se haga a fuego medio con cuidado de que no se queme. Hay que dejar que comience casi a caramelizar. Esta elaboración también suelo tenerla preparada, hago más cantidad y luego me aguda a enriquecer mis guisos y ensaladas.
- Una vez esté lista la cebolla añadimos los garbanzos escurridos y las especias al gusto. Salteamos todo junto de forma que vayan mezclándose todos los sabores.
- Por último, salteamos en la misma sartén las espinacas. Las tapamos y dejamos un minutito que se hagan.
- La base ya está lista, sólo falta agregar unos trocitos de queso feta desmigado, unas hojas de espinacas crudas y tendréis un platazo delicioso y de lo más otoñal.
¡Espero que os guste!
Recomendaciones del autor
Podemos cocer los garbanzos que vamos a consumir en la semana y tenerlos en botes de cristal para utilizarlos a medida que nos hagan falta. De esta manera ahorramos tiempo y energía.
Para cocerlos suelo incorporar alguna verdura a la olla de manera que enriquezco un poco el sabor y eso luego se agradece mucho en las elaboraciones rápidas.