¿Quién ha dicho que las cremas son para el invierno? Nada más lejos de la realidad. Calientes, frías o templadas, las cremas son siempre una reconfortante forma de alimentarse. En casa somos muy fan. Y en la cocina me da pie a experimentar con miles de ingredientes e incluso a aprovechar algunas verduras que puedan sobrar.
Preparación
1. Limpiamos y pelamos los ajetes quitándole las primeras capas de piel. Los troceamos y los ponemos a rehogar con un pelín de aceite . Lo haremos a fuego bajito para que no se queme.
2. Mientras, pelamos la calabaza, le quitamos las pipas y la troceamos.
3. Una vez estén los ajetes pochaditos, sin llegar a dorarse, añadimos los trozos de calabaza y lo rehogamos un par de minutos más. Me gusta ponerle una ramita de tomillo fresco pero eso es opcional.
4. Le añadimos un poco de agua (sin llegar a cubrirlo), añadimos sal, pimienta negra y dejamos que hierva a fuego medio unos 15 minutos, o hasta que esté blandito.
5. Rectificamos de sal, lo batimos bien con la batidora.
¿Habéis visto qué fácil es? Pues ya solo tenéis que prepararla para disfrutar de un sabor espectacular.
Recomendaciones del autor
Se puede añadir un poco de queso crema, pero tal cual está muy rica y así es más ligera.