Si hay un algo que es realmente adictivo e imprescindible en la comida asiática, es el kimchi. Especialmente si, como yo, estás te encanta los sabores potentes. El kimchi está no es un plato aburrido porque pasan muchas cosas en la boca cuando lo saboreas: Salado, picante y agrio. ¡Delicioso!
Este plato de verduras fermentadas es originario de Corea y ahora no puede faltar en mi cocina. Siempre hay un tarro de kimchi listo. Para gran disgusto de mi marido que queja cuando abro un frasco, pues a mi me encanta el aroma, pero a él no tanto.
Lo como con fideos, sopas, ensaladas, en la barbacoa, en bocadillo ...
En invierno, puedes reemplazar la col china por coles de Bruselas. Una verdura clásica holandesa a la manera coreana.
Preparación
- Poner la col china en un bol grande y espolvorear generosamente con sal. Masajear y estrujar la sal en el repollo para que el repollo chino se blandee.
- Pasar la col a un colador y déjalo escurrir fuera de la nevera durante al menos 2 horas para que suelte toda la humedad debido a la sal.
- Poner el agua junto con la harina de arroz en una cacerola. Calentar y hervir suavemente hasta que la harina se haya disuelto.
- En el procesador de alimentos, hacer una pasta con el chile, la cebolla, el ajo, la manzana, el jengibre y los pimientos.
- Agregar la pasta a la mezcla de agua y harina de arroz. Mezclar bien hasta que quede integrado.
- Mezclar esto con la col y agregar la cebolleta y el cilantro. Mezclar bien y probar para el sabor. Debe estar salado. Agregar un poco de sal si es necesario.
- Coloque el kimchi en los frascos de conserva y aleje de la luz solar directa.
- Después de una semana, pruebe el kimchi, revuelva y estará listo para comer.