Pizza blanca o pizza Bianca en italiano es una pizza sin salsa de tomate. La pizza generalmente consiste en masa para pizza, aceite de oliva, ajo, queso, y coberturas como verduras tales como tomate y hierbas como albahaca y orégano. Estas mini pizzas blancas son perfectas para picotear, y sé cauto porque son adictivas.
Preparación
- Vierte los dos tipos de harina y la levadura de cerveza en una fuente y mézclalos bien. Añade el azúcar, vierte el agua caliente lentamente, y luego el aceite de oliva virgen extra.
- Mezcla los ingredientes bien con un tenedor y añade sal.
- Comienza amasando y continúa hasta que consigas una bola bastante pegajosa. En este punto, cámbiala a la superficie de trabajo enharinada y amásala hasta que consigas una masa suave y elástica (alrededor de 10 minutos).
- Coloca la masa en una fuente con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, cúbrela con un paño y deja que suba en un lugar cálido. Alternativamente, se podría calentar el horno al mínimo, en este caso humedece el paño de modo que la humedad no se pierda, durante aproximadamente 1 hora o hasta que duplique el tamaño.
- Coge la masa, divídela en 8 trozos de 80/90 gramos cada uno, estíralos con rodillo presionando la superficie bien con los dedos y colócalos en una sartén cubierta con papel de horno. Añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra y hornéala a 190°. Cuécela durante 15 minutos o hasta que esté dorada.
- Alíñala con mozzarella de búfala, tomates cherry lavados y partidos por la mitad, alcaparras, semillas de girasol, pimienta y albahaca. Sírvela con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Recomendaciones del autor
La harina Manitoba añade fuerza a la masa, y puede permanecer mucho tiempo subiendo. Es típicamente utilizada en panes que requieren largas fermentaciones a granel, como la masa de la pizza.