Llega el otoño y toca volver a encender el horno. Esta receta es de lo más sencilla para combatir la llegada del frío. Tan fácil como hornear los tubérculos con unas cebollas, jengibre y una cabeza de ajo y luego batir con una pizca de leche vegetal.
Se trata de un hummus aromático y que combina genial el toque cítrico con el dulzor y el puntito picante. Para tomar como acompañamiento en cualquier ocasión.
Preparación
- Precalentar el horno a 180 grados
- Pelamos las chirivías, las zanahorias y las troceamos
- Le damos un corte a la mitad a las cebollas, al jengibre y a la cabeza de ajo.
- En una bandeja de horno, ponemos el papel sulfroso para evitar que con los azúcares se pegue.
- Sobre el papel colocamos las cebollas y el ajo boca abajo con los tubérculos troceados junto al jengibre para igualar los tiempos de cocinado.
- Una pizca de sal y pimienta negra y al horno durante unos 25 minutos o hasta que veáis qye está hecho. .
- Como siempre los tiempos dependerán de los tamaños y del punto de cocción.
- Una vez esté asado, pelamos la cebolla, estrujamos la cabeza de ajo para sacar los ajos y lo mezclamos todo en una batidora potente o en la thermo. En mi caso yo quité el jengibre antes de mezclarlo, ya que me resultaría demasiado leñoso.
- Añadimos una pizca de leche vegetal en función de la densidad que queráis y luego un chorreoncito de aceite.
Como os decía, fácil no, lo siguiente. Pelar, asar y batir.
¡Espero que os haya gustado!