Ensaladas de primavera con las últimas crucíferas de la temporada. Las echaremos de menos en El Huerto de Tía Lou, donde empezamos preparar la tierra para la siembra veraniega.
Espero que os guste esta forma tan sencilla de comer el romanesco crujiente y delicioso. El miso además nos ayuda al ser un excelente probiótico .
Si tienes cualquier otra verdura en la nevera seguro que le viene fenomenal. Lo importante es combinar alimentos nutritivos y llenos de energía para afrontar esta época del año.
Preparación
- Lavar el romanesco y trocear los arbolitos al tamaño de un bocado.
- Poner agua a calentar y cuando hierva, introducir los arbolitos y el edamame no más de 4 minutos si os gusta al dente como a nosotros. Escurrir y reservar.
- Yo tenía en la nevera un resto de cuscús ya hidratado, pero si no tenéis podéis hacerlo en un santiamén. Para prepararlo, poner un poco de cuscús en un plato hondo y agregar la misma cantidad de agua caliente. Tapar y dejar que se hidrate. Así de sencillo.
- En un cuenco, mezclar el miso con un poco de aceite y mover bien. Agregar unas gotas de limón y tenéis el aliño listo.
- A la hora de emplatar, colocar un poquito de pasta de aliño sobre las verduras y el cuscús.
- Por último picar finamente la cebolla fresca o cebollino e incorporar.
Recomendaciones del autor
- La idea es presentarlo así de forma que cada cual se vaya poniendo el aliño a su gusto.