Soy muy fan de las sopas y ahora es cuando las disfruto más. Suelen ser mis cenas más apetecibles junto con las cremas. Para mi es una sopa es una de las joyas de la gastronomía. Un plato maravilloso donde conviven alimentos sobre un fondo de caldo nutritivo. Como para no enamorarse.
En esta ocasión es casi el paso previo a una crema. Y es que a veces el cuerpo me pide masticar más allá de los toppings de las cremitas que suelo preparar.
Te animas a probarla. Hazlo y ya me contarás.
Preparación
- Lavamos bien la verdura.
- Cortamos en trozos grandotes el puerro y rallamos el jengibre y lo ponemos a rehogar en una olla con un chorreón de aceite.
- Deberá a estar a fuego fuerte y moveremos a menudo. Queremos que se dore bien, pero que no se queme.
- Una vez tenga color, añadimos el calabacín cortado también en trozos grandes y el brocoli. ( en este caso era por aprovecharlo, pero podéis usar lo que os venga bien)
- Salpimentamos.
- Rehogamos todo junto durante unos 3-4 minutos y añadimos agua hasta cubrirlo escasamente.
- Dejaremos que hierva durante unos 10 minutos. o hasta que veáis que ya está hecho.
- Una vez esté listo, incorporamos las hojas de kale cortadas finitas, un par de cucharadas de arroz que ya tenemos cocido. Lo movemos y dejamos que hierva todo junto un par de minutos más.
- Lo probamos por si hubiera que rectificar la sazón y ya lo tenéis.