Soy una fanática de las cremas y de las sopas, pero es que creo que no hay mejor forma de reconfortarse al caer la tarde que con una sopita deliciosa. Me deja el cuerpo listo para desconectar y descanso fenomenal. En esta ocasión fusionamos oriente y nuestro próximo Mediterráneo. ¡Vaya mezcla viajera!
Se trata de una receta muy sencilla de preparar y con esa mezcla de miso, ajo y romero es una delicia para el paladar.
Preparación
- En un cazo ponemos una cucharada de aceite de oliva virgen extra y un ramito de romero. Dejamos que se aromatice bien el aceite yretiramos el romero.
- En ese mismo aceite, doramos los ajos laminados. Debemos hacerlo a fuego lento para evitar que se quemen ya que amargaría nuestra cena.
- Seguidamente añadimos la cebolla picada en trozos medianos.
- Una vez que esté todo cogiendo un bonito color dorado, retiramos del fuego y trituramos con la batidora de mano.
- Es momento de poner el caldo de verduras. No te preocupes si no tienes, puedes usar agua o hacer lo mismo que nosotros en casa. No es más que ir guardando el agua de cocer verduras o cocinarlas al vapor. No llega a ser un caldo en sí, pero tienen nutrientes y nos encanta usarlo en recetas así.
- Dejamos que se haga todo bien durante unos 15 minutos aproximadamente.
- Con un poco del caldo caliente en un cuenco aparte, disolvemos la pasta miso. Reservamos.
- Añadimos una cucharada de leche de coco o nata ligera a vuestro gusto y removemos bien la sopa. Apagamos el fuego y añadimos la pasta miso
Recomendaciones del autor
No suelo ponerle sal porque la pasta miso le da un toque salado y en mi opinión no hace falta más. Pero al probarlo siempre lo podéis rectificar.