Estamos en plena temporada de zanahorias, al menos por esta zona del mundo y aunque las podemos disfrutar todo el año, hay que aprovechar. Los campos llenos de esas hileras perfectas nos hacen pensar en la de recetas que podemos preparar. Aunque he de reconocer que bien lavada y a bocados es como más nos gusta. Sin embargo hoy os he traído una receta muy sencilla pero que está deliciosa y es muy aperitivo o entrante muy sano.
Lo del estilo sureño es porque esta es una versión de las zanahorias aliñadas que se sirven tradicionalmente en las casas y bares de muchas zonas del sur de España e imagino que también del resto de rincones del mediterráneo, aunque cada uno le de su toque personal. La variación que os traigo hoy es que en lugar de cocidas, las hemos asado y eso siempre les da un toque más especial.
Preparación
- Precalentamos el horno a 180 grados
- Mientras, vamos pelando las zanahorias. Si queréis, podéis dejarle parte de la ramita verde para hacer más bonito el plato.
- Las enjuegamos bien y las ponemos en una fuente de horno con un papel de horno para evitar que los azúcares manchen la fuente. Echamos una gota de aceite y sal.
- La metemos en el horno unos 10-15 minutos o hasta que veamos que están hechas. Dependerá del tamaño de las zanahorias, pero es bueno que no se hagan en exceso.
- Vamos preparando el aliño con un majadito de aceite, comino y orégano.
- Cuando las zanahorias están todavía calientes, rociamos la mezcla del aliño y et voilá!
Recomendaciones del autor
Lo ideal es comerlo templado, aunque frías están fantásticas.
Nota: Realmente la receta original también lleva ajo en el majado, que se lo podéis añadir y ya veréis qué delicioso.