Sin duda alguna es mi plato favorito del verano junto con las berenjenas asadas. Seguimos en modo cómodo para disfrutar del verano y por supuesto usando a tope nuestra máxima alidada. ¿Qué sería de nosotros sin nuestras barbacoas en casa?
Lo mejor de asar pimientos es que a medida que los cosechamos en el huerto van casi directos a las brasas. Gran parte de ellos los congelamos para el invierno, otros muchos no llegan a la nevera. Son deliciosos, nutritivos y muy versátiles. Podemos preparar miles de ensaladas. Os recomiendo que probéis ésta que os compartí hace ya algún tiempo y que es de los básicos en casa.
Gracias a su piel, los pimiento se asan en su jugo . Eso es sin duda lo que marca la diferencia en su sabor, además del plus del humo. Muy sencilla, animaros y os alegraréis cada vez que no tengáis nada para comer. Os resolverá mil comidas y cenas.
Preparación
- Lavamos bien los pimientos y con las manos bien limpias los frotamos con aceite de oliva. Esto ayudará en su cocción y cuando retiremos su piel.
- Tal cual los ponemos en la barbacoa con brasa medias y lo tapáis ( si podéis) para que se vaya haciendo.
- El tiempo de cocción lo va a ir viendo. Al menos una hora y media, depende del tamaño y de las brasas.
- Es importante que cuando esté cocinado lo saquéis y aún caliente lo pongáis en un tuper hermético. Así será más fácil quitarles la piel y conservaremos todos los jugos.
- Ya en frío, retiramos la piel, las pepitas y cortamos en tiras.
- Añadimos unas cebollas finamente cortadas y un poco de cebollino.
- Aliñamos al gusto y tenemos un plato súper rico.
Recomendaciones del autor
Los pimientos que os sobren , podéis guardarlos en su propio jugo. Veréis que recurso más bueno para cualquier momento que no tengáis ganas o tiempo.