Los espárragos trigueros es una de esas verduras que me vuelven absolutamente loca. Tiene un sabor que me fascina y conocedora de sus tantísimas propiedades, lo disfruto aún más. Es un diurético natural y contiene mucha fibra que siembre nos viene genial. Pero lo mejor es el toque distinto que da cuando lo incluyes en tus platos. Los salteados, los revueltos, la tortilla de patatas y hasta fritos están deliciosos, que de vez en cuando también se puede pecar ;)
Sin embargo, nunca lo había probado crudo, con lo que nos gustan en casa las verduras crudas. Y es que muchas veces nos habituamos a comer los alimentos combinándolos o cocinándolos de una misma forma y nos perdemos la maravillosa magia de combinar y probar nuevas mezclas. Es uno de los motivos por los que adoro las ensaladas. Es una pizarra en blanco donde sólo tienes que dibujar el sabor que más te vaya . Así que amigos míos todos a pintar!!
Este cuadro maravilloso y sabrosísimo lo hemos pintado en unos 5 minutos, no más :)
Preparación
- Limpiamos bien los espárragos, les quitamos las partes duras del tallo y lo dejamos escurrir bien.
- Pelamos las zanahorias las enjuagamos también.
- Laminamos las zanahorias y los espárragos con un pelador, con cuidado de no cortarnos, reservando las puntas de los espárragos que nos servirán para decorar.
- Aliñamos con AOVE , un poco de vinagre y sal. Removemos bien en un bol antes de emplatar.
- Servimos en un plato y utilizamos las puntas de espárragos para decorar.
- Espolvoreamos con el sésamo, el chile si os apetece, coronamos con los germminados y listo para tomar. :)
Recomendaciones del autor
Si la preparáis con antelación, las verduras se maceran un poquito más y están aún más ricas.
El aliño lo podéis cambiar, una pizca de soja también le va fenomenal.