Mi familia quería que yo eligiese una escuela técnica en la que pudiese tener una buena educación y desarrollar mis habilidades para los negocios. Y yo decidí que quería ser chef, exactamente igual que el padre de un amigo!
Con mucha determinación convencí a mi familia para que me dejase ir a la escuela de hostelería, que estaba a 100 Km de nuestra casa. Todavía recuerdo cómo solía arrastrarme fuera de la cama para coger el tren y lo cansado que estaba cuando volvía. Hoy puedo decir que la satisfacción de tener éxito en esta difícil profesión supera todos los sacrificios que hice en el pasado.
La dificultad de ser chef no está sólo en tener pasión, curiosidad y una mente abierta, sino también porque hay que trabajar duro y tener mucha dedicación, hay que aprender técnicas modernas y perfeccionar los conocimientos de las materias primas, así como la creación de recetas.
Lo más importante es el bienestar de mis compañeros. En una cocina un ambiente agradable es necesario para obtener lo mejor del equipo y, para que a su vez estén listos para los desafíos diarios que enfrentan en la cocina.
Por último, pero no menos importante, hay que ser capaz de escuchar y entender a los clientes para conocer sus opiniones y recibir retroalimentación constructiva, tanto positiva como negativa.
En Love My Salad me gustaría compartir algo sobre mí, y no sólo los mejores momentos y mis mejores recetas, sino también mis experiencias personales dentro de la cocina.
¡No dudes en ponerte en contacto conmigo y pedirme consejo!