Tengo que admitir que he hecho esta ensalada solamente una vez… hasta ahora. Pero me quedó tan deliciosa que tenía que compartirla. Este plato es dulce, salado, crujiente y cremoso al mismo tiempo. Y contiene muchas vitaminas y minerales, por lo que será una delicia tanto para tu cuerpo como para tu paladar. Ten mucho cuidado al cocinar el jamón serrano. Sólo necesita unos segundos para pasar de “cocido al punto exacto”, a un “desastre ennegrecido”. Soy bastante exigente en la cocina, por lo que me gustan un poco los desafíos. Pero si quieres hacer trampa, o simplemente ahorrar un poco de tiempo, puedes comprar pimientos previamente asados en vez de asarlos tú mismo. Sé moderado con el aderezo – tiene un sabor absolutamente divino, pero si abusas de su uso, opacarás todos los demás deliciosos sabores. Rocía sobre la parte superior, y después añade un poco más si te apetece.
Preparación
Corta el jamón serrano en medias tiras. Fríe en aceite caliente durante 45-60 segundos o hasta que esté crujiente. Sácalo de la sartén y escurrir. Agrega una capa abundante de apio rallado. Coloca hojas de espinaca encima del apio. Agrega rodajas de pimiento y jamón serrano. Agrega rodajas de tomates según sea necesario. Agrega queso feta desmoronado. Espolvorea un poco de apio rallado sobre la ensalada y perejil picado sobre el plato. Para preparar el aderezo: Mezcla las hierbas, el jugo de limón, el ajo y la mostaza en la licuadora – agrega el aceite mientras se mezclan. Mezcla el vinagre de vino blanco (la cantidad necesaria para darle sabor y consistencia). Rocía la ensalada con el aderezo de hierbas justo antes de servir.